Zaragoza ofrece a sus visitantes un rico patrimonio histórico-artístico, fruto de sus más de dos mil años de historia y de cuatro culturas que han poblado sus tierras. Iberos, romanos, musulmanes, judíos y cristianos han dejado en la ciudad una huella todavía visible en edificios y monumentos como las murallas romanas, la catedral de la Seo o la iglesia de San Pablo.
El recorrido se inicia en la Plaza de las Catedrales, donde visitaremos La Seo, que alberga en su interior un impresionante Museo de Tapices, para después acercarnos a uno de los santuarios marianos más importantes del mundo; la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, auténtico icono de la ciudad. En su interior podremos contemplar el Coro, con la bella sillería, el retablo de alabastro de Damián Forment, la Santa Capilla donde se venera la Virgen y las cúpulas pintadas por Goya.
La visita continúa con un paseo por el casco histórico de Zaragoza (C/ Alfonso, C/ Coso, Palacio de Sástago, Plaza España…) hasta llegar al exterior del Teatro Romano, orgullo de la antigua Cesaraugusta romana, que acoge un Centro de Interpretación donde se introduce al visitante a la historia del teatro y a los géneros dramáticos, vida social y política de la época. Termina el paseo matinal en el Puente de Piedra, construido en el siglo XV, desde dónde se pude disfrutar de una incomparable panorámica del río Ebro y de El Pilar.
Después de comer en un restaurante de cocina típica aragonesa, visitamos por la tarde la Aljafería (s. XI), único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la época de las Taifas. A partir de la Reconquista pasó a ser la residencia de los reyes cristianos en Aragón y todavía conserva la Sala del Trono con su magnífico artesonado mudéjar. El estilo artístico predominante es el mudéjar, salvo la zona inferior con sillares de piedra, que es del siglo IX.
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