El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado en 1977 Patrimonio Mundial de la Humanidad, ofrece uno de los más bellos paisajes del Pirineo.
La excursión desde la pradera de Ordesa hasta la Cola de Caballo (3h.30m. ida y vuelta) es todo un clásico, pues reúne casi todos los elementos paisajísticos propios de la montaña: verdes prados, tupidos bosques, ríos saltarines y un agreste telón de fondo. A todo ello se añade una facilidad que la hace apta para todos los públicos.
La ruta se inicia en la Pradera de Ordesa (1301 m. Alt.), y después de atravesar un bosque de abetos, hayas y pinos, divisamos la cascada de Arripas, donde existe una fuente. Continuamos sin abandonar la pista forestal, en suave pendiente para encontrar las maravillosas cascadas de la Cueva y del Estrecho, con estupendos miradores hacia ellas.
Desde aquí seguimos hasta el precioso bosque de las hayas, con ejemplares centenarios, donde escasamente entra la luz natural; continuamos hacia adelante donde el bosque se va aclarando, llegando a las famosas cascadas Gradas de Soaso (1778 m. alt), maravilla natural creada a base de miles de años por el río Arazas.
En adelante la montaña da paso a prados alpinos y pino negro; continuaremos en llano a través del espectacular Circo de Soaso, desde donde se divisan las cumbres de Monte Perdido, Cilindro y Sound de Ramond, todos ellos sobrepasan los 3000 metros de altitud. Al fondo de este Circo se haya la Cola de Caballo, punto de llegada que hará las delicias de fotógrafos y videoaficionados.
A la vuelta es recomendable un alto y reposición de fuerzas en las Gradas de Soaso. La comida es tipo picnic en un marco incomparable.
Se puede volver hasta el punto de partida tomando itinerario por la Faja Pelay-Senda de Cazadores desde la Cola de Caballo, aunque solo es apto para excursionistas preparados ya que el desnivel es muy acusado.
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